jueves, 25 de julio de 2013

ESTA VEZ VA DE TOROS.

Los encierros de Cuéllar (Segovia) están considerados los más antiguos de España. El Padre Balbino de Velasco lo tiene muy bien documentado, tras muchas horas de investigación en los archivos de Simancas y del propio ayuntamiento de la villa.Declarados Fiesta de Interés Turístico Nacional, comienzan siempre el último domingo de agosto, prolongándose durante cinco días. A diferencia de Pamplona y otras ciudades, Cuéllar conserva el sentido original del encierro, que consiste en trasladar al ganado desde la dehesa hasta el casco urbano. El ganado sale de los Corrales, en la ribera del río Cega, a las 8 de la mañana y es conducido, en un recorrido de 5 Km., a través de los pinares, por un grupo de caballistas, llegando a Cuéllar en torno a las 9:30 de la mañana, realizándose el encierro por un circuito urbano de 1,5 Km., aproximadamente, hasta llegar a la plaza de toros, anteriormente a la Plaza Mayor, donde a continuación se procede a lo que aquí se denomina “la probadilla”, que puede asimilarse a una capea, en la cual los mozos más valientes prueban a hacer cortes al novillo.Y llegado este momento mi homenaje a un amigo Jesús Gómez Herrero, al que todos llamábamos "panaderito" que falleció en los encierros de 1982, al romperle el cráneo un toro en su caída. Ya en 1215, siendo obispo de Segovia Geraldo, se realizó un sínodo que dicta una serie de artículos que regulan la vida y el comportamiento del clero; y en el artículo quinto prohíbe a los clérigos que jueguen a los dados y asistan a “juegos de toros”, y si lo hicieran serían suspendidos de su ministerio. Ya en el siglo XIV, la reina Leonor, esposa de Juan I de Castilla, infanta aragonesa por su nacimiento, es señora de Cuéllar y a ella se quejan los hidalgos y pecheros de la Villa, y dando respuesta a estas quejas habla de que es costumbre inmemorial encerrar toros en Cuéllar. Con posterioridad, Beltrán de la Cueva, I Duque de Alburquerque, ratifica esta sentencia en todos sus puntos. En el Archivo Histórico de Cuéllar se conservan documentos desde 1405 que hacen referencia a festejos con toros. Además de los Acuerdos del Regimiento, que ya en 1484 ordenan el pago de toros a dos personas diferentes, desde ese año las referencias a toros son constantes en estos acuerdos, sobre todo para pagar las fiestas de San Juan y del Corpus, aunque también se corrían toros por acontecimientos especiales, como el nacimiento de algún heredero de la Casa de Alburquerque o la visita a la Villa de estos señores, así como para la celebración del fin de alguna epidemia. La primera regulación escrita que se conserva hasta el momento es "La Ordenanza Reguladora de los Encierros de Cuéllar" de 1499 emitida por Francisco Fernández de la Cueva, II Duque de Alburquerque. Hasta aquí los datos históricos, pero a mi me gusta más la leyenda que asegura que el primer duque de Alburqurque tenía tierras en Navarra y a sus tierras acudían en verano segadores de Cuéllar, mucho más ágiles y experimentados que aquéllos. Como quiera que las mieses maduran mucho más tarde en tierras navarras que en latitudes mas bajas; la siega, llegadas las fiestas de Cuellar, estaba sin acabar y los mozos no concluían sus tareas y regresaban a las fiestas de su pueblo. El Duque les prometió que les haría un encierro similar en Pamplona, en fechas anteriores a que madura el trigo por esos lares y los mozos segadores habían de comprometerse a no regresar hasta concluida totalmente la siega Cuarenta y tantos años de diferencia entre ambos encierros dan esa primacía a los de Cuéllar en cuanto a su longevidad. ¡Dios nos guarde muchos años!¡Viva mi tierra, viva mi gente!

lunes, 15 de julio de 2013

"HISTORIAS DE CÁTAROS, HISTORIAS DE HOY" Debo tener en mi código genético, algún cromosoma que me hace ponerme siempre, siempre, del lado del débil.Quizás porque el débil sea perdedor y de las derrotas siempre se aprende. De ahí que los cátaros o los templarios, perdedores ellos, siempre me hayan llamado la atención y les tenga simpatía. Los cátaros (o albigenses) fueron un movimiento religioso de carácter gnóstico que se propagó por Europa Occidental a mediados del siglo X, logrando arraigar hacia el siglo XII entre los habitantes del Langedoc, donde contaban con la protección de algunos señores feudales vasallos de la Corona de Aragón. La creencia cátara tenía una teología dualista, basada en la creencia de que el universo estaba compuesto por dos mundos en absoluto conflicto, uno espiritual creado por Dios y otro material forjado por Satanás Los cátaros creían que el mundo físico había sido creado por Satanás, a semejanza de los gnósticos que hablaban del Demiurgo. Sin embargo, los gnósticos del siglo I no identificaban al Demiurgo con el Diablo, probablemente porque el concepto del Diablo no era popular en aquella época, en tanto que se fue haciendo más y más popular durante la Edad Media. Según la comprensión cátara, el Reino de Dios no es de este mundo. Dios creó cielos y almas. El Diablo creó los cuerpos y todo el mundo material, las guerras y la Iglesia Católica, con su realidad terrena y la difusión de la fe en la Encarnación de Cristo, era según los cátaros una herramienta de corrupción. Y si los cuerpos los hace el diablo, habrá que detener esa fabricación de cuerpos impidiendo la fecundación de las personas. Así las almas emancipadas de esos cuerpos irán al cielo y no volverán a encarnarse en una materia obra del diablo. De aquí que su teorías sobre las relaciones sexuales sean un tanto curiosas -hay quien asevera que pudieran ser los primeros que aportaron medios a la anticoncepción masculinas,y que por ello se les acuse de sodomía, ritos iniciáticos secretos, blasfemia. etc. No profesan adoración a la cruz de Cristo, porque con buen sentido común alegan que "¡Qué persona puede adorar al instrumento de tortura en el que ha muerto su padre?" y por ésto se les acusa de blasfemos. Los cátaros también creían en la reencarnación. Las almas se reencarnarían hasta que fuesen capaces de un autoconocimiento que les llevaría a la visión de la divinidad y así poder escapar del mundo material y elevarse al paraíso inmaterial. La forma de escapar del ciclo era vivir una vida ascética, sin ser corrompido por el mundo. Aquellos que seguían estas normas eran conocidos como Perfectos. Los Perfectos se consideraban herederos de los apóstoles, con facultades para anular los pecados. A partir de 1207, primero con guerras y despues a partir de que la Inquisición estableciera en 1229 para extirpar totalmente la herejía. Operando en el sur de Tolosa, Albí, Carcasona y otras ciudades durante todo el siglo XIII y gran parte del XIV, tuvo éxito en la erradicación del movimiento. Desde mayo de 1243 hasta marzo de 1244, la ciudadela cátara de Monsegur fue asediada por las tropas del senescal de Carcasona y del arzobispo de Narbona. El 16 de marzo de 1244 tuvo lugar un acto, en donde los líderes cátaros, así como más de doscientos seguidores, fueron arrojados a una enorme hoguera en el prat dels cremats (prado de los quemados) junto al pie del castillo.Todo el mundo sabe que el más fuerte es el que mejor organiza la injusticia y el que tiene más práctica y más ciencia para hacerla funcionar. Más aún, el Papa (mediante el Concilio de Narbona en 1235 y la bula ad extirpanda en 1252) decretó severos castigos contra todos los laicos sospechosos de simpatía con los cátaros. Perseguidos por la Inquisición dominica -los llamados "perros de Dios"- y abandonados por los nobles, los cátaros se hicieron más y más escasos, escondiéndose en los bosques y montañas, y reuniéndose sólo subrepticiamente. Algunos de ellos se instalarron en el Maestrazgo castellonense, en pueblos como Morella o San Mateo donde siguieron predicando durante algunos lustros más. Pero aparte de este breve panegírico histórico, lo que verdaderamente hace que estalle este conflicto entre el papa, el rey de Francia y este pueblo es el mismo que ocurre ahora en España. Un papa y una monarquía corrupta, acaparadora de riquezas crujiendo con impuestos a sus súbditos y unos monjes atrincherados en sus castillos "de nido de águila" que llevan una vida austera, sencilla y que se ven obligado a denunciar los abusos de aquéllos. ¡La historia que como siempre se repite! José Luis Muñoz