viernes, 11 de septiembre de 2015
MITOS Y REALIDADES DE THAILANDIA
En un viaje de 15 días, las conclusiones que puedes sacar no son muy rigurosas, pero aún así me atrevo a opinar.
La compañia TAI es de una puntualidad y prestaciones muy notable.Te hacen el viaje muy confortable con tantas atenciones. Difícil de mejorar.
Tailandia es un país más llano de lo que yo creía.Sólo al norte y en las islas del sur, tiene montañas.Pero según te dirijes de Bankog a Chiang Rai el paisaje es monótono y liso como la palma de la mano: arrozales y arboledas se suceden.
La diferencia horaria es de 5 horas con respecto a España, pero debería ser de 7 horas, pues hay 7 husos horarios.Eso quiere decir que viven más en relación con los ciclos naturales y eso puede redundar en el carácter tan amable de su gente, unido a su religión budista, que indica que la reencarnación en otra vida se hará de acuerdo a los comportamientos que tengas en ésta.De todos modos madrugan mucho y se acuestan pronto.
El país siente una admiración por sus reyes rayando a la devoción.La propaganda del régimen se encarga de tenerlos presentes en todos los lugares más visibles, con una cartelería, que de cursi raya lo hortera, pero que vale una pasta gansa que deberían gastarse en otras infraestructuras.
En las carreteras una legión de trabajadores bachea, de manera artesanal, los desgastes que dejan la lluvia y el tráfico abunadante.Se circula por la izquierda y se respetan poco los pasos de cebra y la distancia entre vehículos, y no es raro ver el cambio de sentido en una calle o en una vía sin que los demás conductores se alarmem ni toquen el claxon.Su cordialidad o educación se lo impiden.Y su paciencia es casi infinita.
Los masajes thailandeses no son muy placenteros mientras los recibes, incluso los de aceites.Te crujen. Después de recibirlos te sientes bien, pues te han moviodo la musculatura entera.
Las playas de Phuket, al contrario de lo cree la gente, no son las más bellas, las más singulares don las de Phi Phi y la de James Bond.
Bangkog es un caos para su circulación interna. Pero desde la torre Bayoke se ven unas autopistas que cruzan esa enorme ciudad de 12 millones de habitantes y después he comprobado que son como las “R” españolas, de pago y que salen del centro, con lo cual salir de la ciudad es cómodo y rápido.
Bangkog, como todas las ciudades tiene su olor característico y no huele a especies A menudo te llegan unas oleadas de olores nauseabundos que pareciera que salieran de las alcantarillas. Al cabo de unos días descubres que proceden de un fruto callejero carísimo que está envuelto en pexiglas: el durián. Es también la fruta de la discordia, o te encanta o la odias. Aparentemente no parece muy apetecible puesto que apesta (está prohibido llevarla en el transporte público y entrarla en los hoteles A mi me ha parecido que es una de las mejores frutas del mundo, que has de comer con la naríz tapada porque tiene sabores que te estallan en la boca y te sabe mejor el tercer bocado que el primero.Aún así te hartas rápidamente.
Se observa una sociedad bastante dinámica donde los jóvenes ocupan puestos de responsabilidad en todos los sectores y que se esfuerzan lo indecible por hacer bien su trabajo.Casi todos hablan un inglés bastante fluído y nunca te ponen un mal gesto.El paro, tengo la impresión de que es muy escaso.
Los grupos étnicos minoritarios del norte así como las mujeres jirafa el adiestramiento de elefantes etc se han convertido en factorías de ganar dinero a espuertas, pues les visitan miles de turistas y se han hecho unos chalet e instalaciones, que para si quisiéramos nosotros.
Una tarde noche fuimos a ver una calle en Puket con espectaculos de sexo y nos parecio de lo más cutre. Nos acosaban con carteles anunciándonos un espectaculo que se repetía en todos los locales, basado en un "ping pong" vaginal.Lo dicho de lo más cutre.
Yo, si tengo que reducirlo a una sola frase podrá decir que si eliminamos los grandes templos, de lujo asiático y los grandes centros comerciales de lujo europeo, Tailandia me parece que por sus infraestructuras, por sus costumbres me recuerda mucho a "Torremolinos años 80" Las suecas somos nosotros, los europeos que acudimos
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