jueves, 5 de julio de 2018

VICENTE HERNÁNDEZ HA MUERTO 22/2/1948-5/7/2018

Conocí a Vicente en la asociación ASDASS de Alcobendas. Me pareció una persona con una estética muy particular: zapatos demodés, camiseta de invierno que se dejaba traslucir bajo la camisa, pelos en la nariz ... Teníamos un amigo en común, Guillermo, "El Barbas" con el que aprendí a mejorar mis Sevillanas y fue la persona que me introdujo en esa asociación de gente separada. Nos fuimos conociendo y rápidamente descubrí que Vicente era un persona atípica por su radicalismo y también por su inteligencia. Y esas dos cualidades de la gente, a mi me fascinan. Teníamos los dos una situación parecida: separados, problemas con alguno de nuestros hijos; él solo tenía uno, a ninguno de los dos nos gustaba pasar mucho tiempo en casa, los dos habíamos sido y éramos unos viajeros empedernidos, ambos éramos personas con alto grado de sociabilidad. En resumen, que la convivencia entre nosotros era fácil. Y pronto, muy pronto, teníamos una vida en común, no se malentienda, en la que pasábamos muchas horas juntos. Paseábamos, íbamos al cine y a exposiciones, comíamos o cenábamos en algunos bares o terrazas, pasábamos a menudo ratos en nuestros respectivos domicilios, en fin, creo que ambos nos sentíamos a gusto el uno con el otro y hacíamos de la necesidad, virtud Tanto él como yo éramos personas que nos habíamos forjado a base de nuestro propio esfuerzo, tesón y disciplina. Él, de familia humilde, encontró la luz fuera del túnel el día que ganó una beca para la Universidad Laboral de Sevilla. Allí se formó, y al igual que en los seminarios, aquellas universidades franquistas consiguieron dar una formación que hoy en día es imposible conseguir en España. Se ganó una plaza en la Telefónica y se afilio al Partido Comunista de los Trabajadores de España de tendencia marxista leninista. El trabajo le permitió conocer muy bien España, porque sus traslados fueron muy numerosos y su afiliación le convirtió en alguien muy pro soviético y pro cubano, que le marcaría a lo largo de su vida, yendo multitud de veces a ambos países y a China y a Corea del Norte, yo creo que pagándoselo de su bolsillo, pero esto no lo puedo confirmar. Lo cierto es que él sentía una simpatía por eses regímenes a los que defendía con uñas y dientes y su visión del mundo pasaba por esos tamices. Ateo, lucha de clases, culto por lo científico, asociacionismo, estrategias de lucha etc. etc. Yo por supuesto, de pensamiento liberal, no comulgaba para nada con esas ideas y las confrontábamos muy acaloradamente a lo largo de nuestros paseos. Pero el respeto hacia la persona era una constante. Eran, según él, catorce personas en toda la zona norte de Madrid, que se reunían una vez al mes y ponían un puesto en el rastro de Madrid, para captar adeptos, vender propaganda y hacer proselitismo. Y se presentaban a todas las elecciones, sacando el mismo número de votos que miembros eran. ¡Dinosaurios en estado puro! Urania en Berlín era un blog que me hizo leer a menudo, a pesar de mis resistencias. Yo tenía pareja y él había vivido unos años en Soria con la suya, pero no cuajó y se volvió a San Sebastián de los Reyes. Sin embargo, conservó la amistad con Aurora y cada cierto tiempo hacían viajes juntos e iban al Teatro Real a ver alguna ópera. También con una china, muy acomodada y amiga, cenaba en los mejores restaurantes Es hora de deciros que Vicente era uno de los mejores "Bon vivant" que he conocido. No reparaba en gastos en sus viajes, restaurantes, mariscos, espectáculos, vinos y chocolates, cien por cien de cacao, que le enviaban de Pamplona a precio de oro, o sus proscenios en la ópera y sus langostinos de San Lúcar de Barrameda en la Astorgana, por no hablar del modelo de coche más full que hubiera en el mercado. Comunista y burgués, una antinomia que llevaba bien, aunque la gente se lo criticara. Él decía que "el universo se acaba el día que tú fallezcas" Pero volvamos a su cultura y formación. He visto a poca gente que dominara tan bien la dialéctica. A pesar de su ideas trogloditas, defendía con silogismos inteligentes lo que él creía, y no había un problema matemático, un dato económico, un tratado firmado, un tipo de artilugio civil o militar, un oleoducto y su estrategia económica, una sociedad por rara que fuera, un personaje, una pieza musical, un avance en la mecánica del automóvil etc. que se le resistiera. Su memoria era prodigiosa y el número de chistes que se sabía y contaba, iban en paralelo. Y si, a su locuacidad, unimos un sentido del humor fantástico, eso sí, siempre ácido y con cierto grado de crueldad, pues el personaje resultaba para mí de lo más interesante. Su mayor defecto es que era arrítmico. Y que sus paellas eran insoportables por el garrofón Mercadona que echaba. Tenía la teoría de que los hombres que saben bailar, ligaban más que él y eso le hizo recurrir a varias clases particulares en academias varias, pero hasta en los últimos días de su vida lo he visto sumamente patán en estos menesteres. Y sus intentos frustrados de encontrar pareja, no creo que estuvieran relacionados con su poca maestría en el dominio del tango o de la salsa. Y algo tuvo que ver esto en nuestro distanciamiento en el último año. Ahora no viene a cuento y ya lo relataré si es que procede, pero es de dominio público Yo le hablaba a menudo de que la soledad no es buena compañera y que hiciera como yo, metiera en casa una interna para que, si nos sacudía un jamacuco, estuviéramos acompañados y por ende amparados. Pero el destino es tan cruel e incierto que mira por cuanto, él estaba en compañía de Aurora cuando le sobrevino ese infarto cerebral y a pesar de la rapidez de su traslado al hospital de la Princesa, nada se ha podido hacer. Descanse en paz un hombre tan batallador.Nuestras peleas y disputas son pelillos a la mar.