Para comenzar diré que toda mi formación ha sido laica desde la escuela primaria hasta la universidad.>Sin embargo, he de confesar que siento una sana envidia hacia la gente que se formó en los seminarios. Veo en ellos un tamiz humanístico, un saber casi renacentista con una serie de sustratos literarios, filosóficos, históricos, poéticos, psicológicos y de otras índoles, que ,como las capas de una cebolla, conforman su sólida cultura.>Basta comprobar cómo las mentes más preclaras de este país y los profesionales de más entidad han salido, en su mayoría, de esos seminarios..algunos, eso sí, dicen que con traumas sexuales a sus espaldas.¿Y qué tenía aquella enseñanza para dar tan óptimos resultados?. En 1º lugar era una formación muy selectiva intelectualmente. Era el refugio de chavales con un sustrato económico muy bajo, a los que los maestros rurales habían recomendado no abandonar los estudios y sus padres habían sido convencidos por aquellos de que el seminario era la vía adecuada si no la única.Eran centros de trabajo intelectual muy exigentes. A los niños de cortas edades se les exigían responsabilidades que hoy se demoran bastante, como leer a los clásicos, redactar con estilo, aprender una semántica prolija, una etimología concienzuda, dominar la retórica y la dialéctica y un sin fin de saberes, que aprendidos pronto se olvidarán tarde, y que dan esa pátina a quienes los poseen.Era una enseñanza muy disciplinada. Las normas eran muy claras, los mensajes nada confusos, los madrugones notables, las horas de estudio prolongadas, los medios naturales escasos, el esfuerzo largo, el recogimiento interior una práctica diaria y la meditación abundante.La actividad física era casi espartana.”Mens sana in corpore sano” se decía. Mucha gimnasia activa y mucho fútbol en patios plagados de gente, donde el regate corto y el toque de balón era esencial para controlar la situación y la superación personal. Predominaba la austeridad y por ello el mobiliario duraba varios lustros a base de lijados y encerados realizados por los propios seminaristas. Por resumir, los medios eran muy escasos y aún así daban rendimientos muy altos.Habían muchos exámenes, tanto de asignatura como globales, donde había que demostrar que los sedimentos o posos culturales te iban impregnando tu mente juvenil. Pues bien la enseñanza actual es todo lo contrario y en mi opinión adolece de graves defectos: Falta de austeridad. Al niño de hoy en día se le da “todo” antes de que lo pida. Incluso explicaciones. Baste este elemental ejemplo: en mi instituto se proporciona a los adolescentes condones para el fin de semana sin que los soliciten. Por si acaso, no sea que vaya a coger el SIDA. Estoy completamente seguro que el 95 % no los van a utilizar por falta de ocasión. Algunos de ellos se podrán preguntar:¿Seré yo un bicho raro que semana tras semana no soy capaz de usar el preservativo? Con el consiguiente sentimiento de culpa o de inferioridad .Otro ejemplo: A mi sobrino le regalan infinidad de juguetes que a la media hora abandona, porque le aburren. ¿No nos habremos dado cuenta de que todo lo que es regalado sin ser solicitado mata la ilusión de conseguirlo, porque no requiere esfuerzo ni se sueña con ello?.
Falta de controles globales o reválidas. No sólo ya para hacer del estudio una actividad meditada, sino para evitar que los títulos se degraden. Nada más progresista ni más beneficioso para las clases humildes que ir seleccionando a la gente mediante controles que valoren el esfuerzo realizado. Es la única manera de ascender de clase social y de ocupar parcelas de poder y de responsabilidad. Los partidos y sindicatos de izquierda parecen no comprender esto o se han puesto en contra de los intereses de los más desfavorecidos.
Si una fábrica necesita a un trabajador cualificado y a esa cualificación han llegado por esfuerzo tres personas, cada una de ellas tendrá más oportunidades que si se ha permitido llegar a doscientas sin cualificación ni esfuerzo. Seguro que la fábrica contratará, en este último caso, al enchufado de turno por clientelismo o parentela.La falta de disciplina. En las aulas es nuestro caballo de batalla. Las minorías que no desean estar en los centros serían felices en otros campos de realización humana.Serían maravillosos mecánicos, torneros, peluqueros...qué sé yo... y además ¡felices! Si quieren algún día proseguir sus estudios, la sociedad les ha dejado las puertas abiertas. Pero empeñarse el Estado en creer que es progresista el tener a los chicos encerrados, a su pesar, en algo que odian es cuanto menos una nefasta engañifa.Influencias negativas externas.La televisión, los móviles, Internet son poderosos medios que bien usados dan muchas posibilidades, pero nada para los jóvenes es más ilusionante que la trasgresión. Con ella y sin el adecuado control de sus padres, los adolescentes se van enganchando a lo peor de esas tecnologías y con ello van perdiendo la inocencia y quemando en sus vidas etapas irrecuperables.¡Y eso es lo peor que le puede ocurrir a toda persona!
miércoles, 11 de enero de 2012
REFLEXIONES SOBRE LA ENSEÑANZA
Desde hace siglos la sociedad ha tomado medidas para no disolverse: La selección de los mejores, la promoción de la responsabilidad individual, el valor del esfuerzo, la meritocracia, el liderazgo moral, etc.
Pues bien, desde que Rubalcaba, Marchesi y sus adláteres tomaron posiciones en el Ministerio de Educación, parece que estas medidas se hubieran disuelto hoy en día.
A cambio, nos han ofrecido otras de dudosa eficacia que paso a analizar:
Tolerancia: No en el significado más positivo de respeto a la persona, sino a un relativismo de considerar que nada es verdadero, que sólo hay opiniones, no certezas.
Inspirándose en Vattimo, el adalid del pensamiento débil que decía que la verdad no existe.
Plumillas ebrias de una generosidad que se disfraza de amor a lo diverso han manido tanto la palabra tolerancia, que la han dejado sin significado y los voceros de aquellos que echan por la borda cualquier pretensión de orden y concierto, han llevado a que sea entendida como ausencia de convicciones profundas. De suerte que, quien hoy en día tiene convicciones es tachado de fundamentalista.
Fe versus raciocinio: Una nueva doctrina se ha implantado, producto de la impostura de los medios de comunicación del grupo Prisa, y es que una mentira repetida muchas veces puede convertirse en verdad. El ejemplo más evidente es el de que “España envió tropas a la guerra de Irak”.
Podría decirse “España envió tropas a la posguerra de Irak”.Sería lo correcto, pues la guerra ya había finalizado. ¡Pues no!. Es la mentira repetida, y que pasa a la opinión pública e incluso a la Historia como verdad.
No importa que las cosas sean como realmente son, sino que los hombres crean en ellas. Es el misterio de la fe y de sus grandes beneficios, y ya se encargan Polanco y sus acólitos de mantener viva esa fe adulterada.
Como decía, el beneficio de la fe no reside en lo que se cree, sino en el hecho de creer. Basta con creer para ser dichoso. La fe hace de nosotros mismos, niños recién nacidos, seres nuevos, distintos... Aquello que se cree, pues, es aquello que existe.
¡Y con qué fe acuden las levas al quiosco a comprar El País y cuán sagrados son sus textos para gente que nunca contrasta opiniones plurales!
Hedonismo, éxito fácil, egoísmo social, desprecio a la cultura. Se explican por si mismo. Sida mental lo llama Louis Pauwels y cáncer moral Adriana Fallaci.
A todo ello ha contribuido la televisión con los próceres, gurús o abanderados de la izquierda; los Pepe Navarro, Jordi Sarda, Mercedes Milá y demás monstruos que, cuando comenzaban sus emisiones según la ¿progresía?, hacían unos programas rompedores que iban a cambiar la mentalidad de las gentes para que a España no la reconociera ni Dios.
Lo más que han conseguido son unos vomitivos programas, que la basura a su lado huele a perfume.
Discriminación positiva. Con ella lo único que hacemos es enervar las posturas y tender hacia una espiral de violencia. Se puede y se debe tener discriminación positiva para premiar -las becas, el trasporte escolar o la comida gratuita en los comedores escolares son medios de una discriminación positiva favorable-, pero nunca para condenar. A igual acto delictivo, igual condena.
Se puede aceptar el “in dubio pro reo” como viene aplicando la jurisprudencia desde los tiempos de Roma, pero mantener una discriminación del tipo que sea es siempre consentir una injusticia.
Pues bien, desde que Rubalcaba, Marchesi y sus adláteres tomaron posiciones en el Ministerio de Educación, parece que estas medidas se hubieran disuelto hoy en día.
A cambio, nos han ofrecido otras de dudosa eficacia que paso a analizar:
Tolerancia: No en el significado más positivo de respeto a la persona, sino a un relativismo de considerar que nada es verdadero, que sólo hay opiniones, no certezas.
Inspirándose en Vattimo, el adalid del pensamiento débil que decía que la verdad no existe.
Plumillas ebrias de una generosidad que se disfraza de amor a lo diverso han manido tanto la palabra tolerancia, que la han dejado sin significado y los voceros de aquellos que echan por la borda cualquier pretensión de orden y concierto, han llevado a que sea entendida como ausencia de convicciones profundas. De suerte que, quien hoy en día tiene convicciones es tachado de fundamentalista.
Fe versus raciocinio: Una nueva doctrina se ha implantado, producto de la impostura de los medios de comunicación del grupo Prisa, y es que una mentira repetida muchas veces puede convertirse en verdad. El ejemplo más evidente es el de que “España envió tropas a la guerra de Irak”.
Podría decirse “España envió tropas a la posguerra de Irak”.Sería lo correcto, pues la guerra ya había finalizado. ¡Pues no!. Es la mentira repetida, y que pasa a la opinión pública e incluso a la Historia como verdad.
No importa que las cosas sean como realmente son, sino que los hombres crean en ellas. Es el misterio de la fe y de sus grandes beneficios, y ya se encargan Polanco y sus acólitos de mantener viva esa fe adulterada.
Como decía, el beneficio de la fe no reside en lo que se cree, sino en el hecho de creer. Basta con creer para ser dichoso. La fe hace de nosotros mismos, niños recién nacidos, seres nuevos, distintos... Aquello que se cree, pues, es aquello que existe.
¡Y con qué fe acuden las levas al quiosco a comprar El País y cuán sagrados son sus textos para gente que nunca contrasta opiniones plurales!
Hedonismo, éxito fácil, egoísmo social, desprecio a la cultura. Se explican por si mismo. Sida mental lo llama Louis Pauwels y cáncer moral Adriana Fallaci.
A todo ello ha contribuido la televisión con los próceres, gurús o abanderados de la izquierda; los Pepe Navarro, Jordi Sarda, Mercedes Milá y demás monstruos que, cuando comenzaban sus emisiones según la ¿progresía?, hacían unos programas rompedores que iban a cambiar la mentalidad de las gentes para que a España no la reconociera ni Dios.
Lo más que han conseguido son unos vomitivos programas, que la basura a su lado huele a perfume.
Discriminación positiva. Con ella lo único que hacemos es enervar las posturas y tender hacia una espiral de violencia. Se puede y se debe tener discriminación positiva para premiar -las becas, el trasporte escolar o la comida gratuita en los comedores escolares son medios de una discriminación positiva favorable-, pero nunca para condenar. A igual acto delictivo, igual condena.
Se puede aceptar el “in dubio pro reo” como viene aplicando la jurisprudencia desde los tiempos de Roma, pero mantener una discriminación del tipo que sea es siempre consentir una injusticia.
MITOS AUDIOVISUALES DE LA IZQUIERDA
¿Por qué cuando alguien dispara una foto a un grupo, a los más incapaces sólo les preocupa poner los cuernos a alguno de sus compañeros?
¿Les pasará lo mismo a esa pléyade de malos informáticos que te inundan, sin permiso, tu correo electrónico con caricaturas, en forma de demonios con cuernos, de Aznar?.¡Deben de estar todos ellos en el paro, porque si tuvieran otras obligaciones, no harían tantas memeces, desde luego!
Lo digo porque la izquierda es experta en ridiculizar a gente seria y responsable, y fabricar con el boca a boca ídolos que, son divinos cuando son desconocidos y que ellos solitos caen a los infiernos cuando abren la boca. Es un decir.
Recuerdo que en mis tiempos de universidad, se escarnecía a gente como Matías Prats (padre), Mariano Medina, Jesús Álvarez, Luis Miguel Dominguín, Emilio Romero, Salvador Dalí; Alfredo Landa, Carmen Sevilla, Lola Flores ... porque según la rumorología pseudo-progresista eran franquistas y sus trabajos eran denostados porque les faltaba un principio de ética.
Los que no tenían sólo un principio, sino toneladas de ética eran las masieles de las “rosas en el mar” y los serrat cuando quemaba la bandera española en Méjico, país este que daba lecciones morales a España de democracia, de honestidad política y de progresismo. ¿quién lo diría hoy, verdad?
También nos daban lecciones morales las otrora grandes actrices tipo Loles León, Marujita Díaz o Sara Montiel, a las que la censura les impedía realizarse y que una vez desaparecida, acabaron haciendo obras de categoría universal como enseñar su octogenario chirrí o su teta plastificada.
¿Acabará enseñando también el chirri Mercedes Milá, otro paradigma de la ética progresista o se dejará ordeñar como las cabras en su famoso programa “Gran hermano”, compendio y enciclopedia de los valores universales?
¿Y qué me dicen de los retroprogres-capitalistas Pepe Navarro o de Xavier Sardá que con sus rebuznos han enseñado en sus “crónicas marcianas” todas las virtudes cardinales y teologales a este país?
¡Nuestra deuda con ellos es impagable!. Gracias a ellos España ha dejado de ser un país podrido.
Y los guayomín, los almodóvares, los ramoncines, los bárdenes, los sabinas, los gabilondos esos porta pancartas contra la guerras USA y que se convierten en gallinas mudas que no levantan un dedo contra el resto de desigualdades y guerras que aún quedan en el mundo mundial. Será porque en verdad las guerras y las víctimas les importan un comino.
¡Qué sería de este país sin “crónicas marcianas” sin esta patulea de defensores de la nueva inquisición (islam) y sin el ministro portavoz del gobierno, ese masón con cara de pene-decaído-dicharachero que es el coordinador de todos ellos vía mensaje GPS como se vio en el 13 Marzo!.
Siento náuseas ante tanto miasma, tanto vómito y tanta mugre. Y como dice Ussía: habrá que sacar la escoba y barrer con rabia para limpiar de ratas, cucarachas, sapos y víboras a este país
¿Les pasará lo mismo a esa pléyade de malos informáticos que te inundan, sin permiso, tu correo electrónico con caricaturas, en forma de demonios con cuernos, de Aznar?.¡Deben de estar todos ellos en el paro, porque si tuvieran otras obligaciones, no harían tantas memeces, desde luego!
Lo digo porque la izquierda es experta en ridiculizar a gente seria y responsable, y fabricar con el boca a boca ídolos que, son divinos cuando son desconocidos y que ellos solitos caen a los infiernos cuando abren la boca. Es un decir.
Recuerdo que en mis tiempos de universidad, se escarnecía a gente como Matías Prats (padre), Mariano Medina, Jesús Álvarez, Luis Miguel Dominguín, Emilio Romero, Salvador Dalí; Alfredo Landa, Carmen Sevilla, Lola Flores ... porque según la rumorología pseudo-progresista eran franquistas y sus trabajos eran denostados porque les faltaba un principio de ética.
Los que no tenían sólo un principio, sino toneladas de ética eran las masieles de las “rosas en el mar” y los serrat cuando quemaba la bandera española en Méjico, país este que daba lecciones morales a España de democracia, de honestidad política y de progresismo. ¿quién lo diría hoy, verdad?
También nos daban lecciones morales las otrora grandes actrices tipo Loles León, Marujita Díaz o Sara Montiel, a las que la censura les impedía realizarse y que una vez desaparecida, acabaron haciendo obras de categoría universal como enseñar su octogenario chirrí o su teta plastificada.
¿Acabará enseñando también el chirri Mercedes Milá, otro paradigma de la ética progresista o se dejará ordeñar como las cabras en su famoso programa “Gran hermano”, compendio y enciclopedia de los valores universales?
¿Y qué me dicen de los retroprogres-capitalistas Pepe Navarro o de Xavier Sardá que con sus rebuznos han enseñado en sus “crónicas marcianas” todas las virtudes cardinales y teologales a este país?
¡Nuestra deuda con ellos es impagable!. Gracias a ellos España ha dejado de ser un país podrido.
Y los guayomín, los almodóvares, los ramoncines, los bárdenes, los sabinas, los gabilondos esos porta pancartas contra la guerras USA y que se convierten en gallinas mudas que no levantan un dedo contra el resto de desigualdades y guerras que aún quedan en el mundo mundial. Será porque en verdad las guerras y las víctimas les importan un comino.
¡Qué sería de este país sin “crónicas marcianas” sin esta patulea de defensores de la nueva inquisición (islam) y sin el ministro portavoz del gobierno, ese masón con cara de pene-decaído-dicharachero que es el coordinador de todos ellos vía mensaje GPS como se vio en el 13 Marzo!.
Siento náuseas ante tanto miasma, tanto vómito y tanta mugre. Y como dice Ussía: habrá que sacar la escoba y barrer con rabia para limpiar de ratas, cucarachas, sapos y víboras a este país
JUSTIFICACIONES
En los trucos con cartas, de los que soy algo experto, el “engañado” siempre cree que lo ha sido en un momento radicalmente distinto al que de hecho lo fue.
Generalmente coge la carta que quiere el trilero que coja y ahí está el verdadero engaño. Los demás pasos son variantes y adornos para revestir el truco con una parafernalia que parezca inverosímil.
Lo mismo ocurre con los silogismos y por ende con todos los razonamientos humanos.
Siempre se ha dicho que el que justifica una cosa por muy tremenda que sea, ya tiene todas las bendiciones para que casi nadie se la repruebe. Y a menudo, utiliza para ello de silogismos encadenados, donde un razonamiento es consecuencia del anterior y así sucesivamente. Casi siempre, todo es lógico, todo tiene sentido común y por lo tanto comúnmente aceptado.
Como en las cartas el truco está al comienzo. Se parte de un axioma falso que todo el mundo da por verdadero porque nadie se ha parado a analizar y desde él se encadenan verdades o juicios irrefutables por muchas escrutaciones que se hagan de ellos.
Para negar “la mayor” hay que desenmascarar el proceso a la inversa.
Hagan uds. alguna práctica. Yo me permito poner un ejemplo: “Dos personas siempre saben más que una sola por muy poco que sepa la segunda”
De este juicio se derivan y justifican, eso sí con una teoría muy elaborada, el voto popular, el asociacionismo, la democracia, los partidos políticos, los sindicatos...y hasta la convivencia misma. Estoy seguro que a uds. se les ocurren otras dos mil cosas.
Pero volvamos a la mayor:¿Es cierto que Galileo y su vecino o que Newton y su cuñada sabían más que ellos solos?.
PIÉNSELO, y luego me contestan
Generalmente coge la carta que quiere el trilero que coja y ahí está el verdadero engaño. Los demás pasos son variantes y adornos para revestir el truco con una parafernalia que parezca inverosímil.
Lo mismo ocurre con los silogismos y por ende con todos los razonamientos humanos.
Siempre se ha dicho que el que justifica una cosa por muy tremenda que sea, ya tiene todas las bendiciones para que casi nadie se la repruebe. Y a menudo, utiliza para ello de silogismos encadenados, donde un razonamiento es consecuencia del anterior y así sucesivamente. Casi siempre, todo es lógico, todo tiene sentido común y por lo tanto comúnmente aceptado.
Como en las cartas el truco está al comienzo. Se parte de un axioma falso que todo el mundo da por verdadero porque nadie se ha parado a analizar y desde él se encadenan verdades o juicios irrefutables por muchas escrutaciones que se hagan de ellos.
Para negar “la mayor” hay que desenmascarar el proceso a la inversa.
Hagan uds. alguna práctica. Yo me permito poner un ejemplo: “Dos personas siempre saben más que una sola por muy poco que sepa la segunda”
De este juicio se derivan y justifican, eso sí con una teoría muy elaborada, el voto popular, el asociacionismo, la democracia, los partidos políticos, los sindicatos...y hasta la convivencia misma. Estoy seguro que a uds. se les ocurren otras dos mil cosas.
Pero volvamos a la mayor:¿Es cierto que Galileo y su vecino o que Newton y su cuñada sabían más que ellos solos?.
PIÉNSELO, y luego me contestan
sol tras los cristales
Me gusta el sol de invierno tras los cristales. Ese tibio sol que te acaricia y te lame, pero que no te aplasta cual masajista nubio que pone sus zancajos en tus espaldas y tu has de soportar sus 100 kilos
Ese sol de miel ha regido muchos avatares de mi vida en forma de fugas.
De niño salía al corral a una solana encementada. Tendía una manta y poco a poco mi cuerpo resucitaba tras una noche, aterido por el frío, y que ni el ladrillo sacado del horno de aquellas cocinas antiguas lograba mitigar.
Fue una infancia de fríos, de charcos y barros por las calles de mi pueblo que sólo un invento gozoso “la gloria” dio un parecido a lo que hoy considero esencial: casa con ventanales que miren al sur.
Cuando compré mi primera casa, tal vez al azar, acerté de pleno. Riadas de haces de luz entraban y calentaban aquel parquet y aquella moqueta. Y el calor humano apareció de súbito.
Nos trasladamos a otra casa más nueva y más grande con una calefacción individual que no podía con la orientación y de nuevo la glaciación y la penumbra.
Tenía ganas de fugarme de aquella casa y hoy no sé si mi divorcio no me lo dicto esa carencia de sol melaza.
Hoy cumplo 61 años. Acabo de llegar del gimnasio y desnudo estoy tumbado en mi cama. Los rayos entran y la riegan a toda ella como el perfume riega a la piel.
Y siento que este calorcillo me alimenta como la ambrosía lo hacía con los dioses.
¡Qué placer de dioses es tener una casa así!
Ese sol de miel ha regido muchos avatares de mi vida en forma de fugas.
De niño salía al corral a una solana encementada. Tendía una manta y poco a poco mi cuerpo resucitaba tras una noche, aterido por el frío, y que ni el ladrillo sacado del horno de aquellas cocinas antiguas lograba mitigar.
Fue una infancia de fríos, de charcos y barros por las calles de mi pueblo que sólo un invento gozoso “la gloria” dio un parecido a lo que hoy considero esencial: casa con ventanales que miren al sur.
Cuando compré mi primera casa, tal vez al azar, acerté de pleno. Riadas de haces de luz entraban y calentaban aquel parquet y aquella moqueta. Y el calor humano apareció de súbito.
Nos trasladamos a otra casa más nueva y más grande con una calefacción individual que no podía con la orientación y de nuevo la glaciación y la penumbra.
Tenía ganas de fugarme de aquella casa y hoy no sé si mi divorcio no me lo dicto esa carencia de sol melaza.
Hoy cumplo 61 años. Acabo de llegar del gimnasio y desnudo estoy tumbado en mi cama. Los rayos entran y la riegan a toda ella como el perfume riega a la piel.
Y siento que este calorcillo me alimenta como la ambrosía lo hacía con los dioses.
¡Qué placer de dioses es tener una casa así!
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