jueves, 5 de julio de 2012

El encanallamiento de la sociedad con el PSOE en el poder

Las sociedades se encanallan cuando faltan tres elementos básicos: compasión, respeto y admiración. Compadecerse es sentirse afectado por el dolor de los demás y es la base del comportamiento moral. Considerar la compasión como un sentimiento paternalista y humillante es una gigantesca corrupción afectiva. Cada vez que se grita "no quiero compasión, sino justicia", y esta expresión ha estado en boca de muchos socialistas, se está olvidando que ha sido precisamente al compasión la que ha abierto camino a la justicia. El respeto es el sentimiento adecuado ante lo valioso. Es un sentimiento activo que se prolonga con el cuidado, la protección y la ayuda y capta y aprecia la dignidad del ser humano. Cuando desaparece, se cae en la trivialización y en la tiranía del "qué más da". La admiración también es la valoración de la excelencia. Un igualitarismo mal entendido, nos impide apreciar a los demás." nadie es más que nadie" es una afirmación estúpida por degradante. No es lo mismo el hombre que ayuda a los demás que el hombre que los tortura. No es lo mismo Pol-Pot o Stalin que Teresa de Calcuta o Mandela. También las sociedades se encanallan cuando se reitera que "la mayoría siempre tiene razón y que el pueblo no se equivoca nunca" como se ha venido diciendo en el discurso político con notoria frivolidad. Una sociedad resentida, envidiosa, fanática o racista puede equivocarse y, por el contrario un hombre solo puede tener razón frente al mundo entero. Basta repasar la historia para ver que parece increíble lo que hicieron Alejandro Magno con Macedonia, Calígula con Roma, los papas del Renacimiento con la iglesia, Napoleón con Francia, Stalin con Rusia o Hitler con Alemania. Y la mayoría de ellos fueron o elegidos o aclamados por sus pueblos. Y finalmente se encanalla a la sociedad cuando se despierta el odio o el miedo porque ambos sentimientos proponen metas muy claras: destrozar al enemigo o ponerse a salvo. Se ha ido creando una sociedad estúpida que se prolonga con el PP, en la que no se puede argumentar con quienes han negado y siguen negando los principios de la argumentación. "Contra principia negantem non est disputandum" decían los clásicos. Sólo se puede argumentar con quien abandona el reducto privado y se planta en el público. Esperemos que las creencias vigentes, los modos de resolver los conflictos, los sistemas de evaluación y los modos de vida cambien con este gobierno para que las posibilidades de las inteligencias privadas no se cercenen ni se tengan que ir a Alemania.

lunes, 28 de mayo de 2012

A mi padre anciano

Las lealtades inconscientes -y a veces contradictorias- son el motor básico y poderoso del comportamiento humano. Las lealtades se dan de forma natural e inconsciente entre las generaciones de una misma familia. Inconscientemente nos mueve la necesidad de ser leales a las personas que nos acompañan o que nos dieron la vida, por difícil y destructivo que resulte. Asumimos sus culpas, integramos sus dolores y repetimos muchas de las reacciones, miedos y actitudes de nuestros padres y abuelos. Así, un viudo pude resistirse a sobreponerse a su pérdida por lealtad a su mujer fallecida. Por lealtad a nuestros seres queridos, para no traicionar su forma de vivir y de sentir, repetimos determinados esquemas y patrones emocionales de forma inconsciente. Un hijo ama a sus padres sin remedio. Cada hijo siente que lleva a su padre y a su madre dentro de sí, internalizado. Verse obligado a rechazar al padre o a la madre implica rechazar a una parte de sí mismo. Los padres separados deberíamos aprender a decir a cada hijo: ”Aunque ya no estemos juntos, amo a tu padre o a tu madre en ti” Son palabras sencillas, pero importantes que reconocen, que el otro, que el padre o la madre de quien nos hemos separado, sigue viviendo en ese hijo.Y esas palabras abren la puerta para que nuestros hijos puedan respetarse a sí mismos y albergar de forma constructiva la lealtad que de forma natural, sienten por sus progenitores.

lunes, 23 de abril de 2012

Reflexiones sobre el amor

Me permito unas anotaciones sobre el amor, tras la lectura del libro de Elsa Punset. "Brújula para navegantes emocionales" Los cuatro elementos que más perjudican al amor son: el desprecio, la crítica, la indiferencia y la manipulación. La fuerza del amor radica en mantener una visión positiva del otro, por eso el desprecio de la pareja trae la muerte del amor. Cuando perdemos al visión positiva de la pareja, perdemos el sentimiento de amor incondicional que sentimos por ella. La crítica constante al otro y el desprecio consiguen la pérdida de la confianza y la ruptura emocional. La crítica y el desprecio son incompatibles con el amor, ambos matan el amor. Lo más opuesto al amor no es el odio, sino la indiferencia, entendiendo ésta como la ausencia de emoción. Por el contrario los elementos que más benefician al amor son: La empatía, el respeto y la ayuda mutua. La empatía es la habilidad de reconocer y sentir lo que otra persona siente. El amor incondicional se da cuando, como decía Goethe, se trata a las personas como si fueran lo que deberían ser, y se las ayuda a convertirse en lo que son capaces de ser. Sentimos amor pasional cuando conocemos a una persona que refleja aquellos elementos que no expresamos de nuestra personalidad. Los hombres se enamoran de una mujer que refleja su ánima, o lado femenino oculto. Y los hombres viceversa. Cuando conocemos a nuestra ánima o a nuestro ánimus, nos hace sentir completos, como si hubiésemos conseguido algo que nos ha faltado toda nuestra vida. Y lo paradógico es, que aunque sintamos amor pasional, en realidad no amamos a la otra persona, sino a nuestra parte oculta a través del amado. Y a lo largo de la relación amorosa pueden pasar dos cosas: -Que cada descubrimiento acerca del otro, dé cancha para hacer añicos a nuestra fantasía, esto es, que cualquier cosa que la otra persona diga o haga de forma diferente a la imaginada por nosotros destruya nuestro mundo inventado, en cuyo caso intentaremos empezar de nuevo con otra pareja. -Que sepamos hacer nuestro sueño de vida sin depender de la persona amada, evitando proyectar nuestros deseos de una vida determinada sobre el ser amado. La solución radica en intentar ayudar al otro a desarrollar y fortalecer sus puntos débiles y así ambos se parecerán más a lo que el otro quiere, sin renunciar a su personalidad intrínseca, satisfaciendo sus necesidades por sí mismos y sin depender del otro. Se trata de hacer personas complementarias y no dependientes.

martes, 10 de abril de 2012

” Las personas valen, lo que vale su palabra”.Bene, mi madre

La autenticidad es la clave de las relaciones humanas. Si decimos una cosa y actuamos o sentimos de forma opuesta, el niño descubrirá la esencia de la hipocresía y aprenderá a desconfiar del mundo que lo rodea.
Elsa P. cuenta la anécdota siguiente:
La madre de un amigo de Arún Gandhi, nieto del líder indio y del mejor pedagogo del mundo hindú Mahatma Gandhi, estaba desesperada porque su hijo se estaba muriendo debido a un fallo metabólico que le impedía asimilar el azúcar. A pesar de su vigilancia el niño, a escondidas, seguía comiendo azúcar y su vida peligraba. La madre fue a ver a Gandhi como último recurso, convencida de que unas palabras del Maestro podían salvar al niño, que lo admiraba y temía. Le suplico que ordenase a su hijo dejar de comer azúcar. A pesar de la insistencia de la madre el Maestro se limitó a mirar fijamente al niño unos segundos y le pidió de manera pausada que regresara a los quince días. La madre protestó de forma vehemente. “Haga algo Maestro, ¡dígale que no coma azúcar o morirá! ¡Sólo le hará caso a Usted”!. “Ahora no puedo ayudaros” aseguró Gandhi mientras despedía a madre e hijo con firmeza.
Trascurridos quince días madre e hijo regresaron a ver a Gandhi. El Maestro miro entonces al niño a los ojos y le dijo sosegadamente:
” Prométeme que no comerás azúcar”. El niño contesto:” Maestro, lo prometo”. La madre se despidió agradecida, pero antes de marcharse no resistió la tentación de preguntarle: “Maestro, ¿Por qué me pidió que esperase quince días para hablar con el niño?”. Podría haber muerto entretanto”. El Maestro contestó “Porque nosotros los adultos tenemos que encarnar el cambio que queremos transmitir. Por tanto, primero tenía que ser yo mismo el que dejara de comer azúcar”
Lo que es imperdonable, por ejemplo, es hacer un cumplido a alguien por la ropa que lleva puesta y acto seguido burlarnos de su forma de vestir en cuanto esa persona se ausenta.
En estos casos los niños perciben un mensaje muy potente: aprenden que decir una cosa y hacer otra es un comportamiento admisible. Es decir, aprenden que la hipocresía es admisible.
Así que, ojo al dato:¡Las mentiras, ni para cumplidos!
J.L. Muñoz

Este es nuestro código como liberales

Las grandes cuestiones teóricas y prácticas que la Humanidad ha sabido afrontar con cierto éxito a lo largo de los siglos se han ido estructurando en unas doctrinas que los liberales –en el sentido español y europeo del término– hoy creemos a pies juntillas.
En el siglo XIX se sintetizaron en una tríada famosa: Libertad, Igualdad, Propiedad.
Libertad, obviamente, individual, porque no hay otra.
Los liberales no creemos en esas fantasías tribales de «la libertad de los pueblos» ni en los «derechos colectivos», arrendados siempre a un déspota que los gestiona indefinidamente, llámese Lenin, Stalin, Hitler o Fidel Castro, sino en la protección del individuo frente los abusos de los poderosos, sean del género maleante, mafioso o monopolista, sean del género despótico que habitualmente producen el Estado, el Gobierno y la Administración a través de cualquier tipejo provisto de un cargo público, un mandato electoral o un galón cualquiera. O dicho de otra manera, no aceptamos que nada ni nadie se alce sobre los derechos de la persona. No admitimos que un pueblo, una lengua o un destino colectivo, por utópico que se muestre, pueda tener más derechos que un ciudadano. No consentimos que ninguna ideología recorte la libertad individual o establezca diferencias entre las personas. Defendemos, pues que todos los hombres somos iguales independientemente de su sexo, raza, religión, lengua o ideología.
Como algunas religiones, singularmente la cristiana que está en los orígenes de las instituciones de libertad desarrolladas en Europa y América a lo largo de los siglos, los liberales creemos en la dignidad del ser humano, uno por uno, pero sabemos también por secular experiencia que la naturaleza humana puede ser inhumana, que lo propio de nuestra especie es abusar del Poder cuando lo tiene, sobre todo cuando tiene mucho, de ahí que nuestro principio básico es el de proteger la libertad personal.
Igualdad ante la ley, precisamente porque los liberales no somos anarquistas y propugnamos la necesidad del Estado, pero con límites precisos y siempre dentro de una legalidad cuya raíz moral e intemporal encuentran muchos en el Derecho Natural y el Derecho de Gentes y cuyas normas –entendemos nosotros– deben estar al alcance de todos y a todos servir por igual. Igualdad ante la ley, sí, porque los liberales aceptamos que los humanos somos distintos, radicalmente desiguales, pero con el mismo derecho a «la búsqueda de la felicidad», es decir, a labrar nuestro propio destino sin que otros lo decidan por nosotros. Por eso entendemos que la Ley, respaldada por una fuerza proporcionada y legítima, debería ser el ámbito natural de las relaciones humanas civilizadas. Y que cuando las circunstancias requieran el uso de la violencia o incluso de la guerra contra los que quieren atropellar la vida, la libertad y la propiedad de los ciudadanos, hasta el uso de la fuerza debe estar siempre bajo la Ley.
Esto no quiere decir, obviamente, que cualquier ley sea aceptable para un liberal, antes al contrario: debe rechazarse y combatirse, a ser posible de forma pacífica, cuando de forma inmoral o ilegítima promueve, protege o favorece la tiranía y la opresión. singularmente en la guerra contra el terrorismo– que hoy debe afrontar el mundo. Lo que queda claro es que no hay ley por encima de la moral, o lo que es lo mismo: que el sentido moral no puede estar ausente de la legalidad y de la fuerza en que se sustenta. Los liberales no creemos que las leyes estén bien en sí o bien para siempre, puesto que entendemos la falibilidad esencial del ser humano y el carácter de prueba de la idea ante la realidad que reviste cualquier fórmula legal, pero sí que lo propio del ser humano es tener derechos, y que eso, desde Roma, equivale a tener Derecho y buscar el continuo perfeccionamiento de la ley en su aplicación a los hechos concretos que la motivan. Y también creemos que un régimen político es inaceptable si admite, tolera o acepta la existencia de poderes fácticos, personales o institucionales, por encima de la propia Ley.
Y la Propiedad. Ésta es sin duda la institución más importante e intelectualmente distintiva del liberalismo con respecto a otras ideas de la derecha y todas las de la izquierda. La propiedad algo indisociable de la propia libertad del ser humano, que podría entenderse
en principio como el derecho de propiedad del individuo sobre sí mismo. Es indudable que la gran crisis de la civilización liberal durante el siglo XX, lo que le llevó prácticamente a la aniquilación ante el totalitarismo comunista y su émulo nazi, proviene de la crisis de la idea de propiedad en aquellos estamentos políticos, religiosos e intelectuales que debían defenderla. La idolatría del Estado que es característica de todos los socialismos premodernos, modernos o posmodernos impone renunciar, desde el principio, a la propiedad individual o a la propiedad sin más. Y los efectos morales de esa renuncia han sido y son incalculables, aunque sus efectos están bien a la vista: cien millones de personas asesinadas y millones de muertos de hambre es el balance del comunismo, sin duda la fórmula intelectual que más ha cautivado y aún cautiva a los intelectuales, artistas, profesores, periodistas, mistagogos y demagogos de nuestro tiempo. Que no parecen dispuestos a escarmentar en cabeza ajena, tal vez porque no suelen arriesgar la propia.
Y el comunismo es, por principio, la negación de la propiedad. Conviene no olvidarlo. La crisis de la idea de propiedad ha sido y es una crisis de orden intelectual y moral que hoy se promueve desde los estamentos más protegidos de las sociedades liberal-capitalistas, de los funcionarios de la Educación Pública a los gestores de la Seguridad Social, sostenidos todos por las aportaciones de la propiedad privada de los ciudadanos a través de los impuestos. Y sin olvidar a los periodistas, intelectuales y artistas instalados en los medios públicos de comunicación y buena parte de los privados, cuya fervorosa búsqueda de dinero, popularidad y comodidades materiales coexiste con un fervorín retórico que desprecia el obtenerlas. Los millonarios de la telebasura suelen ser de izquierdas, tanto más radicales cuanto más y más rápido se hayan hecho millonarios. En vez de la limosna que antaño daban por piedad o cautela los ricos y los que no lo eran, los que tenían y tenían menos, pero siempre más que alguno, ahora reina el espectáculo de una especie de socialismo universal intransitivo. Se impone la Barbie Solidaria.
Esta dichosa solidaridad que a fuerza de manoseada y repetida empieza a no significar nada, o por lo menos nada bueno, es la legítima heredera conceptual de aquella fraternidad con que los jacobinos guillotinaron el concepto de Propiedad y descarriaron a buena parte del liberalismo europeo por las trochas del colectivismo y abrieron las grandes alamedas del terrorismo de Estado, desde Robespierre a Pol Pot. Hoy es una gigantesca multinacional de la palabrería que usa y abusa de la imaginería tercermundista, un timo de la razón a cuenta de los sentimientos que suele acabar financiándose a costa del Estado, es decir, de la propiedad de todos cuando ya no pueden defenderla. Pero su raíz está en esa crisis de la idea de propiedad que está en el origen de todos los complejos de todas las derechas. Es un sarcasmo intolerable que cuando los miles de millones de «pobres del mundo» que buscan en la propiedad y en la seguridad legal de conservarla su modo de acercarse al bienestar de las sociedades que con ella como piedra angular más han prosperado, se les predique precisamente desde esas sociedades que renuncien a lo que tanto anhelan. Ni en las fantasías más tronadas de los revolucionarios del siglo XIX puede encontrarse un ejemplo más desvergonzado de extravío de los pobres a manos de los ricos, de engaño de los ignorantes por los listos. Y es que conviene recordar que los intelectuales como gremio han sido y son los enemigos más activos e implacables de la derecha liberal.
J.L.

jueves, 29 de marzo de 2012

Dos observaciones interesantes

CARTA DE AMOR A  M. ÁNGELES, que fue presentada a concurso en Gloria Fuertes en 2024.No ganó premio.

Querida María Ángeles

En este viaje llamado vida, no puedo dejar de maravillarme por la bendición que eres para mí. Desde el instante en que cruzaste mi camino, una sinfonía de emociones y experiencias se desplegó, transformando mi existencia de maneras inimaginables.

No hay palabras suficientes para expresar lo que siento por ti, pero hoy quiero intentarlo. Desde el momento en que entraste en mi vida, todo cambió.

Tu luz es la guía que ilumina incluso los días más oscuros, y tus risas son como notas musicales que resuenan en mi alma, llenándome de alegría y calor. En cada amanecer, encuentro en ti la inspiración para abrazar el día con entusiasmo, sabiendo que a tu lado cada momento será una oportunidad para crear recuerdos imborrables.

Cada instante a tu lado es un regalo, y cada recuerdo que construimos se convierte en un tesoro inigualable. Tu amor ha llenado mi existencia de significado y ha pintado mi mundo con colores que nunca imaginé. Eres la razón por la que cada amanecer se siente como un nuevo comienzo lleno de posibilidades.

En los desafíos, he descubierto en tu abrazo el refugio seguro que me da fuerzas para enfrentar lo desconocido. Tu paciencia infinita y tu amor incondicional han sido los pilares que sustentan nuestra relación, construyendo una conexión que trasciende el tiempo y que se fortalece con cada obstáculo superado.

Aprecio profundamente la manera en que amas cada parte de mí, con mis virtudes y mis imperfecciones, creando un vínculo que va más allá de las palabras. Eres mi confidente, mi cómplice en esta maravillosa travesía, y mi mejor amigo/a, compartiendo risas y lágrimas en un baile armonioso que solo nosotros entendemos.

Cada gesto tuyo es un poema que resuena en mi corazón, una expresión de ese amor que va más allá de las palabras impresas en este papel. En este lienzo en blanco, intento plasmar la profundidad de mis sentimientos, consciente de que las palabras son solo pinceladas tenues en comparación con el cuadro completo de lo que significas para mí.

Agradezco cada momento a tu lado y aguardo con emoción los muchos más que nos aguardan en el futuro, sabiendo que nuestra historia aún está por escribirse y que cada capítulo será más hermoso que el anterior.

En el vasto lienzo de la vida, tú eres mi obra maestra, la razón misma de mi existir. Te amo de una manera que trasciende las limitaciones del lenguaje, agradecido/a por ser la luz que ilumina mi camino y el amor que colma mi corazón.

En los días difíciles, tu apoyo incondicional ha sido mi fortaleza. Tu comprensión y paciencia me han enseñado el verdadero significado del amor. A través de nuestras risas compartidas y nuestras lágrimas entrelazadas, hemos construido un lazo indestructible que solo se fortalece con el tiempo.

Quiero agradecerte por ser mi compañera de vida, por amarme con tus virtudes y aceptarme con mis defectos. Eres mi confidente, mi cómplice y mi mejor amiga. Cada pequeño gesto tuyo se convierte en un poema de amor que se graba en mi corazón.

En este papel, intento capturar la profundidad de mis sentimientos, pero sé que las palabras nunca serán suficientes para expresar todo lo que significas para mí. Estoy agradecido por cada momento a tu lado y emocionado por los muchos más que nos esperan en el futuro.

En el lienzo de la vida, tú eres mi obra maestra, mi razón de ser. Te amo más de lo que las palabras pueden transmitir. Gracias por ser la luz que ilumina mi camino y el amor que llena mi corazón

Con todo mi amor,

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PUNSET Y SUS DISCERNIMIENTOS


Estoy leyendo uno de los magnificos libros de Punset y encuentro dos observaciones, entre otras muchas, a cual más interesantes.Juzguen Uds.mismos
1.-No es una casualidad que el mayor soporte de la organización terrorista AlQaeda se dé en Pakistán, en Arabia Saudí y en Afganistán, los tres países donde más se practica la poligamia.Se ha comprobado que la privación de la pareja a una buena parte del colectivo masculino -eso conlleva la poligamia- aumenta los niveles de testosterona en los afectados. Posiblemente la poligamia crea más solteros.

Y a los solteros no les gusta ser solteros. También ellos quieren tener mujeres e históricamente podemos ver formas en las que esto se traduce en una mayor probabilidad de agresión.
De ahí que la monogamia, sociológicamente, sea el régimen más aconsejable.
2.-El peso de la ideología marxista ha sido profundamente negativo, al recalcar los móviles explotadores y agresivos del comportamiento social basado en la lucha de clases. A las generaciones más jóvenes les hemos legado un testamento intelectual ridículo y simplista en virtud del cual la conspiración de cuatro multinacionales y de las clases adineradas de los países ricos - nunca se mencionan las mafias adineradas y cruentas de los países pobres- rige el mundo.
La insistencia del marxismo leninismo en la responsabilidad de unos pocos para explicar la injusticia social, se acompañaba de un sentimiento de desprendimiento y generosidad individual movido por una vocación irreductible de unos cuantos para trasformar el mundo.
¡Más preciso...imposible!
J.L. Muñoz

sábado, 24 de marzo de 2012

Recreándome en los recuerdos

Dice Eduardo Punset que los recuerdos más imperecederos son aquéllos que no entran en competencia unos con otros. Los míos son de los años 50 en mi pueblo Una planta gozaba de todas las bendiciones: el romero, que se recogía en los pinares del Cega y cuya fragancia se recrea en mis recuerdos.

Antes del nacimiento de Cristo el romero ya era reconocida como una especie notable para la conservación y el aroma de los alimentos y como remedio medicinal. Todavía hoy mi padre soluciona la mayoría de sus males con friegas con alcohol de romero.

La iglesia católica cristianiza esta planta y la bendice desde todos los ángulos. Recordemos el famoso villancico:

"la virgen está lavando
y tendiendo en el romero,
los pajaritos cantando
y el romero floreciendo"

Es decir, el contacto del romero con los pañales del niño Dios hace el milagro: el romero florece.

Todas las culturas han valorado los elementos mágicos de protección que el romero proporciona y todas conocían sus virtudes añadidas. Las gitanas siguen hoy vendiendo romero como símbolo de buena suerte y en muchas celebraciones litúrgicas está presente.

En mi pueblo el día de Domingo de Ramos se depositaba a la puerta de la iglesia una carga, para que cada cual cogiera unas ramas, que representaban la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén a lomos de un jumento y que una vez bendecido durante la misa, servía para proteger las pertenencias de la gente durante ese año, allá donde se depositara.

El 3 de Mayo se celebraba la invención de la Cruz. Se llama así, porque en latín el verbo invedia significa descubrir. Supuestamente ese fue el día en que Santa Elena, la madre del emperador Constantino encuentra enterrada la santa Cruz en Jerusalén. Y en esas cruces de mayo se bailaba y se organizaban altares donde el romero era el elemento de ensamblaje de esas cruces.

En el famoso “árbol de Mayo”, celebración primaveral que generalmente se hacía coincidir con el primer domingo de dicho mes y que tenía, antiguamente, connotaciones rituales totémicas a la divinidad primaveral o de los árboles, que se han ido perdiendo con el paso de los tiempos, los mozos traían a la plaza del pueblo el más alto de los árboles que encontraran. Instalado en la plaza, uno de los principales adornos que se colgaban de él era también el romero.

Esta cultura del romero que todos los pueblos han valorado ha hecho que en muchos lugares se recuerde el famoso dicho:

" el que ve romero y no lo coja,
del mal que le venga, elija".

¡Entienden ahora por qué la fragancia del romero viene a llamar a mi memoria!

José Luis Muñoz Gómez

miércoles, 11 de enero de 2012

CÓMO ÉRAMOS

Para comenzar diré que toda mi formación ha sido laica desde la escuela primaria hasta la universidad.>Sin embargo, he de confesar que siento una sana envidia hacia la gente que se formó en los seminarios. Veo en ellos un tamiz humanístico, un saber casi renacentista con una serie de sustratos literarios, filosóficos, históricos, poéticos, psicológicos y de otras índoles, que ,como las capas de una cebolla, conforman su sólida cultura.>Basta comprobar cómo las mentes más preclaras de este país y los profesionales de más entidad han salido, en su mayoría, de esos seminarios..algunos, eso sí, dicen que con traumas sexuales a sus espaldas.¿Y qué tenía aquella enseñanza para dar tan óptimos resultados?. En 1º lugar era una formación muy selectiva intelectualmente. Era el refugio de chavales con un sustrato económico muy bajo, a los que los maestros rurales habían recomendado no abandonar los estudios y sus padres habían sido convencidos por aquellos de que el seminario era la vía adecuada si no la única.Eran centros de trabajo intelectual muy exigentes. A los niños de cortas edades se les exigían responsabilidades que hoy se demoran bastante, como leer a los clásicos, redactar con estilo, aprender una semántica prolija, una etimología concienzuda, dominar la retórica y la dialéctica y un sin fin de saberes, que aprendidos pronto se olvidarán tarde, y que dan esa pátina a quienes los poseen.Era una enseñanza muy disciplinada. Las normas eran muy claras, los mensajes nada confusos, los madrugones notables, las horas de estudio prolongadas, los medios naturales escasos, el esfuerzo largo, el recogimiento interior una práctica diaria y la meditación abundante.La actividad física era casi espartana.”Mens sana in corpore sano” se decía. Mucha gimnasia activa y mucho fútbol en patios plagados de gente, donde el regate corto y el toque de balón era esencial para controlar la situación y la superación personal. Predominaba la austeridad y por ello el mobiliario duraba varios lustros a base de lijados y encerados realizados por los propios seminaristas. Por resumir, los medios eran muy escasos y aún así daban rendimientos muy altos.Habían muchos exámenes, tanto de asignatura como globales, donde había que demostrar que los sedimentos o posos culturales te iban impregnando tu mente juvenil. Pues bien la enseñanza actual es todo lo contrario y en mi opinión adolece de graves defectos: Falta de austeridad. Al niño de hoy en día se le da “todo” antes de que lo pida. Incluso explicaciones. Baste este elemental ejemplo: en mi instituto se proporciona a los adolescentes condones para el fin de semana sin que los soliciten. Por si acaso, no sea que vaya a coger el SIDA. Estoy completamente seguro que el 95 % no los van a utilizar por falta de ocasión. Algunos de ellos se podrán preguntar:¿Seré yo un bicho raro que semana tras semana no soy capaz de usar el preservativo? Con el consiguiente sentimiento de culpa o de inferioridad .Otro ejemplo: A mi sobrino le regalan infinidad de juguetes que a la media hora abandona, porque le aburren. ¿No nos habremos dado cuenta de que todo lo que es regalado sin ser solicitado mata la ilusión de conseguirlo, porque no requiere esfuerzo ni se sueña con ello?.

Falta de controles globales o reválidas. No sólo ya para hacer del estudio una actividad meditada, sino para evitar que los títulos se degraden. Nada más progresista ni más beneficioso para las clases humildes que ir seleccionando a la gente mediante controles que valoren el esfuerzo realizado. Es la única manera de ascender de clase social y de ocupar parcelas de poder y de responsabilidad. Los partidos y sindicatos de izquierda parecen no comprender esto o se han puesto en contra de los intereses de los más desfavorecidos.

Si una fábrica necesita a un trabajador cualificado y a esa cualificación han llegado por esfuerzo tres personas, cada una de ellas tendrá más oportunidades que si se ha permitido llegar a doscientas sin cualificación ni esfuerzo. Seguro que la fábrica contratará, en este último caso, al enchufado de turno por clientelismo o parentela.La falta de disciplina. En las aulas es nuestro caballo de batalla. Las minorías que no desean estar en los centros serían felices en otros campos de realización humana.Serían maravillosos mecánicos, torneros, peluqueros...qué sé yo... y además ¡felices! Si quieren algún día proseguir sus estudios, la sociedad les ha dejado las puertas abiertas. Pero empeñarse el Estado en creer que es progresista el tener a los chicos encerrados, a su pesar, en algo que odian es cuanto menos una nefasta engañifa.Influencias negativas externas.La televisión, los móviles, Internet son poderosos medios que bien usados dan muchas posibilidades, pero nada para los jóvenes es más ilusionante que la trasgresión. Con ella y sin el adecuado control de sus padres, los adolescentes se van enganchando a lo peor de esas tecnologías y con ello van perdiendo la inocencia y quemando en sus vidas etapas irrecuperables.¡Y eso es lo peor que le puede ocurrir a toda persona!

REFLEXIONES SOBRE LA ENSEÑANZA

Desde hace siglos la sociedad ha tomado medidas para no disolverse: La selección de los mejores, la promoción de la responsabilidad individual, el valor del esfuerzo, la meritocracia, el liderazgo moral, etc.

Pues bien, desde que Rubalcaba, Marchesi y sus adláteres tomaron posiciones en el Ministerio de Educación, parece que estas medidas se hubieran disuelto hoy en día.

A cambio, nos han ofrecido otras de dudosa eficacia que paso a analizar:

Tolerancia: No en el significado más positivo de respeto a la persona, sino a un relativismo de considerar que nada es verdadero, que sólo hay opiniones, no certezas.

Inspirándose en Vattimo, el adalid del pensamiento débil que decía que la verdad no existe.

Plumillas ebrias de una generosidad que se disfraza de amor a lo diverso han manido tanto la palabra tolerancia, que la han dejado sin significado y los voceros de aquellos que echan por la borda cualquier pretensión de orden y concierto, han llevado a que sea entendida como ausencia de convicciones profundas. De suerte que, quien hoy en día tiene convicciones es tachado de fundamentalista.

Fe versus raciocinio: Una nueva doctrina se ha implantado, producto de la impostura de los medios de comunicación del grupo Prisa, y es que una mentira repetida muchas veces puede convertirse en verdad. El ejemplo más evidente es el de que “España envió tropas a la guerra de Irak”.

Podría decirse “España envió tropas a la posguerra de Irak”.Sería lo correcto, pues la guerra ya había finalizado. ¡Pues no!. Es la mentira repetida, y que pasa a la opinión pública e incluso a la Historia como verdad.

No importa que las cosas sean como realmente son, sino que los hombres crean en ellas. Es el misterio de la fe y de sus grandes beneficios, y ya se encargan Polanco y sus acólitos de mantener viva esa fe adulterada.

Como decía, el beneficio de la fe no reside en lo que se cree, sino en el hecho de creer. Basta con creer para ser dichoso. La fe hace de nosotros mismos, niños recién nacidos, seres nuevos, distintos... Aquello que se cree, pues, es aquello que existe.

¡Y con qué fe acuden las levas al quiosco a comprar El País y cuán sagrados son sus textos para gente que nunca contrasta opiniones plurales!

Hedonismo, éxito fácil, egoísmo social, desprecio a la cultura. Se explican por si mismo. Sida mental lo llama Louis Pauwels y cáncer moral Adriana Fallaci.

A todo ello ha contribuido la televisión con los próceres, gurús o abanderados de la izquierda; los Pepe Navarro, Jordi Sarda, Mercedes Milá y demás monstruos que, cuando comenzaban sus emisiones según la ¿progresía?, hacían unos programas rompedores que iban a cambiar la mentalidad de las gentes para que a España no la reconociera ni Dios.

Lo más que han conseguido son unos vomitivos programas, que la basura a su lado huele a perfume.

Discriminación positiva. Con ella lo único que hacemos es enervar las posturas y tender hacia una espiral de violencia. Se puede y se debe tener discriminación positiva para premiar -las becas, el trasporte escolar o la comida gratuita en los comedores escolares son medios de una discriminación positiva favorable-, pero nunca para condenar. A igual acto delictivo, igual condena.

Se puede aceptar el “in dubio pro reo” como viene aplicando la jurisprudencia desde los tiempos de Roma, pero mantener una discriminación del tipo que sea es siempre consentir una injusticia.

MITOS AUDIOVISUALES DE LA IZQUIERDA

¿Por qué cuando alguien dispara una foto a un grupo, a los más incapaces sólo les preocupa poner los cuernos a alguno de sus compañeros?
¿Les pasará lo mismo a esa pléyade de malos informáticos que te inundan, sin permiso, tu correo electrónico con caricaturas, en forma de demonios con cuernos, de Aznar?.¡Deben de estar todos ellos en el paro, porque si tuvieran otras obligaciones, no harían tantas memeces, desde luego!
Lo digo porque la izquierda es experta en ridiculizar a gente seria y responsable, y fabricar con el boca a boca ídolos que, son divinos cuando son desconocidos y que ellos solitos caen a los infiernos cuando abren la boca. Es un decir.
Recuerdo que en mis tiempos de universidad, se escarnecía a gente como Matías Prats (padre), Mariano Medina, Jesús Álvarez, Luis Miguel Dominguín, Emilio Romero, Salvador Dalí; Alfredo Landa, Carmen Sevilla, Lola Flores ... porque según la rumorología pseudo-progresista eran franquistas y sus trabajos eran denostados porque les faltaba un principio de ética.
Los que no tenían sólo un principio, sino toneladas de ética eran las masieles de las “rosas en el mar” y los serrat cuando quemaba la bandera española en Méjico, país este que daba lecciones morales a España de democracia, de honestidad política y de progresismo. ¿quién lo diría hoy, verdad?
También nos daban lecciones morales las otrora grandes actrices tipo Loles León, Marujita Díaz o Sara Montiel, a las que la censura les impedía realizarse y que una vez desaparecida, acabaron haciendo obras de categoría universal como enseñar su octogenario chirrí o su teta plastificada.
¿Acabará enseñando también el chirri Mercedes Milá, otro paradigma de la ética progresista o se dejará ordeñar como las cabras en su famoso programa “Gran hermano”, compendio y enciclopedia de los valores universales?
¿Y qué me dicen de los retroprogres-capitalistas Pepe Navarro o de Xavier Sardá que con sus rebuznos han enseñado en sus “crónicas marcianas” todas las virtudes cardinales y teologales a este país?
¡Nuestra deuda con ellos es impagable!. Gracias a ellos España ha dejado de ser un país podrido.
Y los guayomín, los almodóvares, los ramoncines, los bárdenes, los sabinas, los gabilondos esos porta pancartas contra la guerras USA y que se convierten en gallinas mudas que no levantan un dedo contra el resto de desigualdades y guerras que aún quedan en el mundo mundial. Será porque en verdad las guerras y las víctimas les importan un comino.
¡Qué sería de este país sin “crónicas marcianas” sin esta patulea de defensores de la nueva inquisición (islam) y sin el ministro portavoz del gobierno, ese masón con cara de pene-decaído-dicharachero que es el coordinador de todos ellos vía mensaje GPS como se vio en el 13 Marzo!.
Siento náuseas ante tanto miasma, tanto vómito y tanta mugre. Y como dice Ussía: habrá que sacar la escoba y barrer con rabia para limpiar de ratas, cucarachas, sapos y víboras a este país

JUSTIFICACIONES

En los trucos con cartas, de los que soy algo experto, el “engañado” siempre cree que lo ha sido en un momento radicalmente distinto al que de hecho lo fue.
Generalmente coge la carta que quiere el trilero que coja y ahí está el verdadero engaño. Los demás pasos son variantes y adornos para revestir el truco con una parafernalia que parezca inverosímil.
Lo mismo ocurre con los silogismos y por ende con todos los razonamientos humanos.
Siempre se ha dicho que el que justifica una cosa por muy tremenda que sea, ya tiene todas las bendiciones para que casi nadie se la repruebe. Y a menudo, utiliza para ello de silogismos encadenados, donde un razonamiento es consecuencia del anterior y así sucesivamente. Casi siempre, todo es lógico, todo tiene sentido común y por lo tanto comúnmente aceptado.
Como en las cartas el truco está al comienzo. Se parte de un axioma falso que todo el mundo da por verdadero porque nadie se ha parado a analizar y desde él se encadenan verdades o juicios irrefutables por muchas escrutaciones que se hagan de ellos.
Para negar “la mayor” hay que desenmascarar el proceso a la inversa.
Hagan uds. alguna práctica. Yo me permito poner un ejemplo: “Dos personas siempre saben más que una sola por muy poco que sepa la segunda”
De este juicio se derivan y justifican, eso sí con una teoría muy elaborada, el voto popular, el asociacionismo, la democracia, los partidos políticos, los sindicatos...y hasta la convivencia misma. Estoy seguro que a uds. se les ocurren otras dos mil cosas.
Pero volvamos a la mayor:¿Es cierto que Galileo y su vecino o que Newton y su cuñada sabían más que ellos solos?.
PIÉNSELO, y luego me contestan

sol tras los cristales

Me gusta el sol de invierno tras los cristales. Ese tibio sol que te acaricia y te lame, pero que no te aplasta cual masajista nubio que pone sus zancajos en tus espaldas y tu has de soportar sus 100 kilos
Ese sol de miel ha regido muchos avatares de mi vida en forma de fugas.
De niño salía al corral a una solana encementada. Tendía una manta y poco a poco mi cuerpo resucitaba tras una noche, aterido por el frío, y que ni el ladrillo sacado del horno de aquellas cocinas antiguas lograba mitigar.
Fue una infancia de fríos, de charcos y barros por las calles de mi pueblo que sólo un invento gozoso “la gloria” dio un parecido a lo que hoy considero esencial: casa con ventanales que miren al sur.
Cuando compré mi primera casa, tal vez al azar, acerté de pleno. Riadas de haces de luz entraban y calentaban aquel parquet y aquella moqueta. Y el calor humano apareció de súbito.
Nos trasladamos a otra casa más nueva y más grande con una calefacción individual que no podía con la orientación y de nuevo la glaciación y la penumbra.
Tenía ganas de fugarme de aquella casa y hoy no sé si mi divorcio no me lo dicto esa carencia de sol melaza.
Hoy cumplo 61 años. Acabo de llegar del gimnasio y desnudo estoy tumbado en mi cama. Los rayos entran y la riegan a toda ella como el perfume riega a la piel.
Y siento que este calorcillo me alimenta como la ambrosía lo hacía con los dioses.
¡Qué placer de dioses es tener una casa así!